MINISERIE: LA PREGUNTA MÁS IMPORTANTE DEL MUNDO
Capítulo 1: obras son amores y no buenas razones
¿Cuál es la pregunta,
más importante del mundo?
¿Cuál es esa pregunta,
que casi siempre olvido,
quizás porque responderla,
me llevaría a dar cuenta,
de algo que me avergüenza,
y que no me hace sentir,
nada bien conmigo?
Quizás, porque responderla,
me llevaría a dar cuenta,
de algo que no me gusta:
de que lo que voy a hacer,
lo que estoy haciendo, o hice,
tiene poco valor,
o poco sentido.
Quizás, porque responderla,
me llevaría a dar cuenta,
de algo aún peor de aceptar:
los valores que en verdad,
hoy por hoy rigen mi sino,
que no son esos valores,
de mi gran ego ideal,
con los que lleno mi boca,
sino que son valores,
más prosaicos o egocéntricos,
de un ego real primitivo,
que aparece día a día,
con sus inevitables ritos,
de un ego real pequeño,
que no me gusta nada ser,
parecido al que aparece,
en el ejemplo del video,
¿Cuál es pues esa pregunta,
tan importante en el mundo?
¿cuál es esa triple pregunta
que casi siempre olvido?
Para no olvidarla más,
ahora mismo te la digo:
1. ¿PARA QUÉ?
¿Para qué vas a hacer o decir eso?
¿Para qué estás haciendo o diciendo eso?
¿Para qué hiciste o dijiste eso?
2. ¿QUÉ QUIERES CONSEGUIR O EVITAR?
¿Qué quiere conseguir o evitar, esa parte de ti, con eso que hace o dice?
¿Qué quiere conseguir o evitar, esa emoción, que te mueve o te empuja, a actuar de esa manera?
¿Qué quiere conseguir o evitar, esa parte de ti, con esa creencia, en la que cree con tanta convicción?
¿Qué quiere conseguir o evitar, esa parte de ti, con ese valor o con ese objetivo, tan importantes para ella?
3. ¿QUÉ ES LO QUE TIENE ESO DE BUENO PARA TI?
¿Qué tiene de bueno para ti, comportarte de esa manera?
¿Qué aporta de bueno a tu vida, eso que está presente en ti, ahora?
Pues bien, me atrevo a afirmar,
que si me hago, si nos hacemos,
cualquiera de esas 3 preguntas,
un poco más a menudo,
viviremos mejor,
estaremos más satisfech@s
con nosotr@s mism@s,
seremos más felices,
y los que conviven con nosotr@s también.
Porque obras son amores,
y no las buenas razones:
lo que hago es lo que soy,
y no los buenos palabros,
no los valores que digo,
lo que hago es lo que soy,
igual que el hombre del video:
ni más ni menos que eso:
lo que cada día vivo.
Mas puedes estar tranquil@,
no todo es siempre tan duro,
pues dentro de la pregunta,
hay tesoros escondidos.
Lee mi próximo post,
si deseas descubrirlos
o también puedes hacer
lo que ahora mismo te digo
practicar con la pregunta
y contarme lo que has visto
practicar con la pregunta:
el PARA QUÉ al que te invito
(continuará)
Que tengas muy buen día.
Eduardo Díez – Psicólogo y Coach.
Putu Crack
Gracias Xavi 🙂 nos vemos en clase. Un abrazo.
Deseo descubrir los tesoros escondidos de la pregunta Para qué y acepto la invitación de incorporar esta pregunta tan valiosa a mi vida.
Gracias Eduardo!
¡Felicidades Isabel por tu motivación!
Será un regalo que nos hables de los tesoros que vas encontrando al ir incorporando esta pregunta a tu vida.
Un abrazo muy grande y nos vemos en clase!
Me parece que son preguntas muy importantes e interesantes.
Pararme, dedicarme ese tiempo cada día me hace ser más auténtica, coherente, me aporta seguridad y confianza en mi.
Mil gracias!!!
Muchas gracias Camila por tu comentario y experiencia.
Estoy plenamente de acuerdo contigo en cuanto a los beneficios de estas preguntas, y me alegro de que compartamos la misma opinión vivencial.
Muchas gracias a ti por tu participación.
Gracias.
Gracias Eduardo. Hasta ahora estuve convencido de que las pregunta más importante era: ¿Eres Feliz?
Pero ahora el PARA QUÉ es único y más poderoso.
Gracias Claudio por tu comentario. Probablemente ambas preguntas sean igual de importantes.
En mi mapa yo me empezaría preguntando: ¿Soy Feliz? (o su sinónimo: «¿Cómo me siento?») si me siento bien, pues ya no me pregunto más y disfruto de la vida. Y si no me siento bien haciendo lo que hago, creo que es un buen momento para hacerme la pregunta que propongo: ¿Para qué estoy haciendo lo que hago? ¿Qué es lo que quiero conseguir o evitar con ello?
Un abrazo muy grande Claudio.